El ser humano es un ser social por naturaleza. Como tantos otros animales, nosotros empezamos a evolucionar de verdad y conseguir llegar lejos como especie cuando nos unimos en grupos, cuando entendimos que aquella unión hacía la fuerza frente a las amenazas externas, como los depredadores. Luego llegaron las primeras aldeas, las ciudades y la construcción de la cultura y la sociedad como la entendemos hoy en día. La evolución de nuestra especie está ligada, precisamente, a ese aspecto social que todos compartimos. Tal vez en algunos momentos nos sintamos confundidos en medio de una sociedad o en un entorno cultural que no entendemos del todo, y pensemos en aislarnos. Pero en realidad, todos necesitamos de la compañía de los demás, porque el apego es indispensable para poder llevar una vida plena y psicológicamente sana. ¿Cómo desarrollar esas ideas, esas relaciones, esos deseos? A través de las llamadas habilidades sociales.
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¿Qué tiene de divertido participar en un trío?
Son muchas las personas a las que les encanta la idea de los tríos y al menos para el caso de los hombres, lo hacen mucho más evidente al tocar este tema en público. Más allá de lo anterior, hay que recordar que por muy bien que suene, siempre se deben saber tomar las decisiones adecuadas, como recurrir a las profesionales de https://es.adultguia.com/anuncios-eroticos/escorts-y-putas/sevilla, que son una apuesta segura.
En principio, un trío es una forma de experimentar la sexualidad que puede resultar muy divertida y agradable, pero hay que tener en cuenta desde el primer instante en que es que es un tipo de relación que no funciona del mismo modo que una relación sexual convencional.
Evitar que el miedo se apodere de nosotros
Son las siete menos cuarto y suena el despertador. Ya hace más de dos horas que el padre ha ido a buscar el pan. Me despierto valiente, como siempre, para afrontar el día con mucho de entusiasmo. Son aproximadamente las siete y media y me encuentro a la estación, esperando el tren para ir al cole.
De repente, miro el móvil y veo que el padre me truca. Descuelgo y, de buen comienzo, su tono no es el de siempre. Lo noto preocupado. Mientras tanto, me dice que hay dos agentes de los Mossos en casa y que ahora te vendrán a buscar y, sobre todo, no te muevas. Antes de colgar, el padre me dice: ‘Adelante, mucha fuerza y estate tranquilo.’
El poder de la mente
No quiero que el miedo forme parte de mis genes. Todas estas cosas me vienen a la cabeza un golpe cuelgo al teléfono. Son las ocho menos cuarto y llegan dos agentes de los Mozos. Subo al coche. Son las ocho aproximadamente y ya estoy en comisaría, detenido y esposado. Me leen mis derechos y me registran.