Siempre hay quien obtiene beneficios de las situaciones más crueles. También en el caso de la crisis de los refugiados. El equipo del programa ‘Panorama’, de la cadena británica BBC, ha investigado unas cuantas fábricas de Turquía y ha descubierto menores sirios trabajando para marcas internacionales como por ejemplo Marks and Spencer y Asos. Y refugiados adultos en condiciones de explotación para proveedores de Zara y Mango. Son, como titula la BBC, ‘los refugiados que hacen nuestra ropa’.
Marks and Spencer lo niega
Los periodistas han hablado con representantes de Marks and Spencer, que han negado las acusaciones y han dicho que el comercio ético es fundamental para su marca: ‘Todos nuestros proveedores tienen que cumplir obligadamente nuestras normas de abastecimiento’, ha dicho un portavoz de la empresa. Aun así, ‘Panorama’ ha encontrado siete menores sirios trabajando en las principales fábricas de la empresa británica con un salario inferior a una libra por hora y sin ningún tipo de condición laboral.
También la distribuidora online Asos se encuentra salpicadura por esta investigación. En este caso, ‘Panorama’ ha encontrado once refugiados sirios adultos y tres menores trabajando. Según un portavoz de Asos, la fábrica investigada no es reconocida por la empresa, que se ha comprometido a pagar lo que haga falta para que los niños vuelvan a la escuela y los adultos reciban un salario digno hasta que no encuentren un trabajo legal. ‘Aplicaremos estas medidas, a pesar de que esta fábrica no tiene nada que ver con Asos’, ha dicho.
Una de las periodistas de ‘Panorama’, Darragh MacIntyre, recoge las declaraciones de decenas de trabajadores sirios que hablan de salarios extremadamente bajos y condiciones de trabajo terribles. ‘Saben que son explotados y no pueden hacer nada’, explica.
Según la investigación, los refugiados hacen jornadas de más de doce horas produciendo ropa para Mango y Zara y están expuestos a productos químicos perjudiciales. Según Mango, la fábrica era subcontratada sin su conocimiento. Por otra banda, Inditex, propietaria de Zara, ha dicho que sus inspecciones laborales son ‘muy efectivas’ para controlar y mejorar las condiciones laborales y que no han encontrado indicios de esta situación. A pesar de todo, han reconocido que trabajaban refugiados sirios en situación regular.